La lactancia materna es un pilar fundamental para la salud y el bienestar de las madres y los bebés, y los responsables políticos tienen un rol vital en asegurar que esta práctica es fomentada y apoyada adecuadamente. Para lograr que la lactancia materna y el trabajo funcionen en armonía, es esencial establecer políticas que protejan y promuevan este derecho fundamental. Aquí presentamos algunas acciones clave que los responsables políticos pueden implementar para lograr este objetivo:
Baja por maternidad remunerada: Es fundamental legislar una baja por maternidad remunerada de al menos 18 semanas, con preferencia a ampliarla a más de 6 meses. La licencia remunerada brinda a las madres el tiempo necesario para cuidar y amamantar a sus bebés sin preocupaciones financieras, permitiéndoles establecer un vínculo afectivo sólido desde las etapas iniciales del desarrollo del niño.
Tiempo libre y espacio dedicado: Los empleadores deben garantizar que, después de la licencia por maternidad, las madres tengan acceso a tiempo libre remunerado para amamantar o extraer leche durante las horas de trabajo. Además, se debe proporcionar un espacio adecuado y privado en el lugar de trabajo para que las madres puedan amamantar o realizar la extracción de leche de forma cómoda y segura. Cotiza el espacio seguro para tu empresa aquí
Inclusión de todas las mujeres: Es importante que todas las mujeres, incluidas aquellas que trabajan en el sector informal o tienen contratos limitados, tengan acceso a los derechos de maternidad. Esto implica extender las protecciones y beneficios a todas las madres, independientemente de su situación laboral.
Combate contra la discriminación de la mujer: Los responsables políticos deben tomar medidas firmes para combatir la discriminación de la mujer relacionada con el empleo, especialmente durante y después del embarazo y el parto. Las madres no deben enfrentar desventajas laborales o estigmatización debido a su condición de madre lactante.
Al implementar estas políticas, se puede crear un entorno laboral más favorable para las madres lactantes, permitiéndoles combinar sus responsabilidades laborales con la crianza de sus hijos de manera equilibrada. Esto, a su vez, contribuirá a una mayor tasa de lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida del bebé, lo que resultará en beneficios significativos para la salud tanto de las madres como de los niños.
Los responsables políticos tienen la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de las familias, al promover activamente la lactancia materna y brindar el apoyo necesario para que todas las madres puedan ejercer este derecho fundamental sin obstáculos. Al hacerlo, estarán sentando las bases para una sociedad más saludable y equitativa en la que la lactancia materna y el trabajo puedan coexistir de manera exitosa.